BÁJATE DE ESA MICRO

¿Qué sucede el día en que sales de tu casa rumbo a tu trabajo y como lo haces a diario, abordas en la esquina más próxima, el Microbús que cotidianamente te conduce a tu destino, pero descubres que hoy algo es distinto? ¿qué sucede cuando a las primeras de cambio, te das cuenta de que el chofer que conduce, es el mismo que estuvo a punto de chocar esa unidad la semana pasada y al que le debes el moretón que aún te duele en la pierna? ¿o qué pasa si te das cuenta a mitad del trayecto que suben al micro los tres ladrones que te asaltaron hace solo una quincena, llevándose todo tu dinero y tu celular? ¿qué pasa cuando te das cuenta de que ese viaje significa un peligro para tu persona y para tus propiedades? ¿qué haces cuando te sucede algo así y tienes tiempo aún de reaccionar y tomar medidas inmediatas para salir con bien de ese difícil problema?

Lo más sensato, lo que hacemos todos, es bajarnos inmediatamente de la unidad y ver la manera de llegar a nuestro destino por otros medios. Es lo más acertado y salvamos con ello a nuestra persona y a nuestros pocos bienes, frutos del trabajo diario.

¿Y entonces...?

¿Por qué no tomamos esta misma actitud en los demás aspectos de nuestra vida diaria?

Y me refiero específicamente a los habitantes del Estado de México. Hemos visto por décadas la manera criminal de conducir que tienen los políticos del PRI, que por costumbre, atropellan los intereses de la sociedad, para garantizar su privilegiada forma de vida. Hemos sido testigos del incremento desmesurado de la pobreza, la delincuencia, el desempleo, el hambre y seguimos viajando en el mismo vehículo, a sabiendas de que el conductor es malo; profundamente irresponsable e insensible. Aparte, nos llegan candidatos que ni siquiera son de nuestro Estado, con historias recientes de lavado de dinero, donativos mal habidos otorgados por el PRI, que se usan para levantar sus alicaídas campañas políticas y con fraudes al erario público, cuando fueron titulares de alguna Dependencia pública; en fin nos llegan los rateros a querer gobernar y no tomamos las medidas necesarias para decir no, y abandonar de inmediato ese transporte.

Si en un viaje cotidiano, entendemos lo que es bueno y lo que es malo para nosotros y nuestro patrimonio, ¿por qué no hacer lo mismo, cuando lo que está en juego es el porvenir de nuestro Estado y nuestro país? ¿por qué seguir dejando conducir a los irresponsables cafres de la política? ¿ por qué darle entrada a quienes sabemos que llegan a robar?

¿No es hora ya de bajarnos de esa micro? ¿no es preferible buscar otro transporte seguro y confiable?.

Un cambio de actitud, significa un cambio de vida. Y el cambio es posible hoy, si piensas un poquito en la oferta política que pone a tu alcance Morena.

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